Esta escuela fue fundada por el Sensei Shoshin Nagamine (10º Dan Hanshi) en 1947. Después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, Nagamine Sensei cristalizó su sueño de reabrir su Doyo y llamó a su estilo Matsubayashi Ryu, en honor a su dos grandes Maestros, Matsumora y Matsumura, ubicándose así como discípulo en línea directa de la 3ra.generación.
La principal característica de este estilo se resume en la siguiente frase: “KEN ZEN ICHINYO”, concepto que puede interpretarse como Karate y Zen en unidad. Es una de las escuelas más tradicionales de Okinawa, no participa en torneos, y la práctica de Karate es complementada con Zazen.
En el año 1972 llega desde Okinawa a la Argentina, el Sensei Shigehide Akamine (7º Dan Kyoshi), alumno del Maestro Nagamine, quien hizo posible la difusión de la escuela en Argentina y Uruguay. El Sensei Akamine, es el representante de World Shorin Ryu Matsubayashi Karate-Do Federation en Sudamérica.
KARATE NI SENTE NASHI
(No hay primer ataque en Karate)
Esta expresión sintetiza la esencia del karate okinawense. El Karate fue creado como método de defensa personal por el pacífico pueblo de Okinawa, un pueblo deseoso de vivir en paz y sin ningún tipo de armas.
Las artes marciales nacieron del instinto fundamental de supervivencia humana
Las artes de defensa personal se desarrollaron de diversas formas. El boxeo y la lucha fueron creados en occidente, por otro lado el Yudo, el Aikido y el Karate son originarios de oriente.
En el entrenamiento del Karate cada acción requiere una fusión de todo el ser con el movimiento físico, de esta manera, al comprometer totalmente el ser en todos los aspectos de la vida, nos brinda un estado mental controlado y se mantiene imperturbable ante los peligros físicos externos y las pasiones avasalladoras internas.
La filosofía de no agresión del Karate y su práctica, que mediante el perfeccionamiento de la mente y del cuerpo, ofrecen una mejor comprensión de nuestro ser y del mundo, nos permiten alcanzar una mayor amplitud de criterio fundamental para la convivencia en paz.
Considerado así el Karate no es un deporte competitivo, ni el mero aprendizaje de formas de pelea, ni el mero entrenamiento físico, sino que es un arte ligado íntimamente al ZEN que busca el auto perfeccionamiento del individuo. “KARATE NI SENTE NASHI”, una frase que tiene mucho para dar al mundo.
Shigehide Akamine
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